Lima INTRARROSA es un proyecto artístico documental que plasma en fotografías la cotidianidad de las personas transgénero Lima, la capital del Perú; con la finalidad de develar un mito despectivo, construido por nuestra sociedad.

Compartí durante dos años ( 2012 y 2013) la vida diaria de grupos transexuales. Visité sus casas y lugares de trabajo diariamente, generando en muchos casos una convivencia. Mi objetivo era lograr imágenes naturales y espontáneas.
En el Perú la situación de discriminación se ve reforzada por el machismo predominante, que se expresa a través del prejuicio, el estereotipo, la agresión y el estigma. Amplificada por los medios de comunicación masivos que manipulan y exageran la información.
Además, en distintos estatutos clínicos se ha considerado al transgénero a lo largo de la historia ,en cualquiera de sus expresiones, como un trastorno mental. Por otra parte la moral religiosa tradicional sólo acepta los sexos biológicos. Lo que ha determinado una estructura social binaria, heterosexual dominante.
Esta situación conduce a la invisibilidad de todos los  grupos de sexualidad alternativos o LGBTQ.
Entre ellos, el grupo transgénero es el más afectado. Los cambios  a los que se someten para obtener el   sexo físico al que sienten pertenecer, es percibido como una acción “anti natural “y “perversa” . Lo que genera atentados contra sus derechos humanos.

La gran parte de las personas del “tercer sexo” en Lima( 97%) se dedican al trabajo sexual y pertenecen al sector E de la sociedad. ( Según El Informe Anual de los Derechos humanos  de la Comunidad Trans 2010 del Instituto Runa de Desarrollo y Estudios sobre Género). Esto los convierte probablemente en el grupo más excluido a nivel sexual, social y laboral. Siendo prácticamente” invisibles “ de día y atreviéndose a salir sólo de noche, para evitar el maltrato generado hacia ellos.

Lima INTRARROSA es un juego de palabras metafórico, que cambia el “rojo” por el “rosa”, como metáfora de los lentes de luz infrarroja para ver en la oscuridad. Trata de evidenciar lo que generalmente ignoramos o buscamos ocultar: la marcada tendencia a la exclusión presente en nuestra ciudad, a enfocarnos en las desigualdades, a centrarnos en las diferencias, a fragmentar el territorio a través de prejuicios establecidos por la moral dominante.

Curador: Jorge Villacorta
2014

Teresa Bracamonte ha incursionado audazmente en el ámbito de la fotografía de estilo documental que se torna potente al adquirir peso como propuesta personal. Bracamonte ha retratado el espacio social y urbano de grupos de personas transexuales y/o transgénero, que son parte de una colectividad humana con status de minoría, conocida como la comunidad LGTB (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales), objeto de discriminación y prejuicio dentro de sectores mayoritarios del Perú contemporáneo.

“Lima Intrarrosa” implicó más de dos años de trabajo para la novel fotógrafa. Durante este tiempo trabó amistad con varias de las personas que aparecen retratadas en su propuesta, y estuvo con ellas en las más diversas situaciones: la intimidad doméstica; la cotidianeidad del trabajo (la peluquería o el salón de belleza, a menudo); las celebraciones familiares y amicales; y el embellecimiento y producción de la apariencia para la salida nocturna, sea para el desfile o concurso de belleza, o para el trabajo sexual en las calles de la ciudad.

Si bien el interés inicial de Bracamonte surgió a partir de su propia experiencia en el mundo del modelaje y la artificialidad y la producción de la apariencia dentro de ese ambiente, su mirada incorpora esa estética pero decididamente va más allá. La fotógrafa explora una realidad alterna que se basa en otro tipo de núcleos sociales y dentro de la cual la definición de belleza y de atractivo sexual halla un sentido profundamente asociado a la voluntad de ser y de ser diferente. Aparecen ante nosotros estructuras humanas vinculantes de las que pocos sospechan. Construida sobre la base de afectos, de la amistad y de costumbres compartidas, hay una vida familiar inventada con energía, y muchas veces fugaz y cambiante, que en sus circunstancias resulta ser más vital que los lazos de sangre para la supervivencia dentro de la opción sexual asumida, en la sociedad en la que vivimos.